Cuando haces "pop" ya no dejas de subir cosas a Wallapop.
- Miriam Cepero
- 9 oct 2019
- 3 Min. de lectura

No sé que extraña razón lleva al ser humano a querer acumular toda clase de cosas en espacios reducidos, cosas que guardas sabiendo que no lo vas a volver a utilizar/usar/poner/reutilizar...pero que acumulas por si acaso, por si acaso hay una guerra nuclear?por si acaso mi prima segunda tiene un niño?, por si me da por leerme una segunda vez esa saga de libros infumable que ya me costó leérmela la primera vez? (ojo, que no me refiero a ninguna en concreto para no herir sensibilidades).
Ante esta situación de caos que se viven en ciertas casas , y sobre todo, en los trasteros que son los que más sufren las consecuencias de estas acumulaciones desproporcionadas, nació , entre otras la App de Wallapop, un mercadillo virtual para comprar y vender artículos , ganando algo de dinero y espacio para los que ofrecen los artículos.
Mi incursión en Wallapop fue de lo más normal: una amiga me comenta que ha conseguido deshacerse de buena parte de los libros del salón y de cosas de cuando sus hijos eran pequeños a través de esta app, que todo es muy sencillo, tanto darte de alta, como negociar precios y lugar para cerrar el trato con el posible comprador. Ante esta visión tan fantástica e idílica de la app, me decidí a abrirme un perfil y empezar a subir cosas. Comencé poniendo a la venta cosas sin estrenar que me había comprado durante el embarazo, artículos de bebé que ya no iban a utilizar mis hijos así como libros y dvd´s. A la hora de poner el precio solía mirar cómo estaban productos similares e intentaba ajustarlo, ni muy barato ni tampoco subirme demasiado.
Los primeros días la cosa pintaba bien, me preguntaban por algunos de los artículos pero no terminaba de cuajar la transacción. Por eso podría enumerar bastantes perfiles de compradores :
> Lo que más me impresionó de la relación que se establece entre el vendedor y el comprador es la facilidad con la que este ultimo trata de regatear , en ocasiones de manera muy exagerada, llegando a veces a pensar que lo que realmente quieren es que se lo regales.
>Luego están los que tratas de quedar con ellos después de 325 mensajes, preguntándote cosas que ya están reflejadas en la descripción del propio producto , y justo 1 hora antes te dicen que les ha surgido un imprevisto y que no pueden quedar, que ya te pondrán un mensaje(suena a entrevista de trabajo con el "ya te llamaremos")y nunca mas se supo.
>Los que están muy interesadas y te piden que se lo guardes hasta que se lo consulten a un familiar , y no sabes si es que ese familiar vive en una zona sin cobertura y tardaran en verlo la vida porque no te contestan, les haces el favor mientras pierdes poder vendérselo a otra persona que tb esta interesada y luego al tiempo, tampoco quiero agobiarla les dices que si siguen interesadas y te dicen que just se lo acaban de regalar...
>Los que te preguntan si haces envíos, pues después de tantas historias me meto en ese berenjenal me da un jamacuco...
>Los que te preguntan si tienes el producto, les dices que si y ahí se acabo la conversación.
En definitiva, un catalogo de personalidades y personas bastante extenso y variopinto que hace que mi experiencia con esta aplicación sea un tanto agridulce, (por no decir que es como si me comiese un limón).
Enhorabuena a todos aquellos que consiguen mantener una relación estable con Wallapop pero yo, por más que lo he intentado, no consigo pillarle el punto. De momento, me mantengo en cuarentena con ella.
Comments